Estados Unidos
Antes de que empieces a leer, quiero aclarar que ni soy crítico de cine, ni pretendo serlo. Si en este post encuentras cualquier atisbo de spoiler, te pido disculpas de antemano. Espero que disfrutes la lectura.
Al fin acaba esta nueva trilogía basada en la Tierra Media creada por Tolkien, con la que Peter Jackson ha hecho lo que se le ha antojado. Dejando de lado las grandes diferencias que podríamos encontrar si la comparásemos con el libro, la trilogía en sí ha sido bastante intrascendente. Una forma de sacarnos los cuartos a todos los frikis que habitamos en el mundo. Sin más dilación, vamos con la película.
Tras el despertar del dragón Smaug, la Ciudad del Lago se prepara para derrotarlo. Thorin, por su parte, se vuelve codicioso y ansía los tesoros escondidos bajo la montaña, por lo que decide no dar ninguna de las partes de ese botín a nadie que no sea su pueblo. Esto provocará una batalla entre varios reinos.
Cuando vas a ver una película titulada «El Hobbit», esperas ver a un hobbit como protagonista, pero esto no es lo que pasa en esta parte, pues Bilbo Bolsón queda bastante relegado a pequeñas acciones que, aunque lo conviertan en el héroe final, no le dan el suficiente protagonismo que se merece Martin Freeman.
Y es que en esta ocasión no tenemos a un protagonista claro, pues debido al elevado casting de actores, la trama se ve ramificada en demasía, y no nos deja disfrutar del todo de ninguna. Este es el problema del relleno en las películas.
En la trama principal, la de la montaña, podemos notar como de vez en cuando nos muestran pequeños planos de los enanos menos importantes para hacernos saber que siguen ahí aunque no tomen parte en la acción. Y es que es muy difícil dar una historia para trece enanos distintos. Por este emotivo, el director ha decidido darle las escenas más importantes a los más guapos (todo lo guapo que un enano pueda ser).
Gandalf consigue escapar de su cautiverio gracias a los cameos de Cate Blanchett, Hugo Weaving y Christopher Lee, sin olvidarnos de Sylvester McCoy que, como me señaló mi amigo Juan, es el séptimo Doctor de la serie británica Doctor Who.
El ritmo de la película es muy cambiante. Empezamos con acción frenética pues Smaug está atacando furiosamente la ciudad. Pero esta acción acaba en pocos minutos y nos toca tragarnos casi dos horas de eternos diálogos insulsos y paisajes dignos de una campaña de turismo de Nueva Zelanda.
Pero no todo en la película es malo.
Como parte positiva podemos encontrar las escenas de la batalla, que como siempre son muy entretenidas y llenas de acción. Esta partes son las que la gente recordará y por la que seguramente muchos salgan contentos del cine. Pero esto es solo acción sin más trascendencia.
Y como punto más fuerte tenemos a Tauriel, mi querida Evangeline Lilly, que aunque no tiene el mismo protagonismo que en la anterior parte, su sola presencia ya sirve como excusa para sufrir tres horas de aburrimiento.
Aunque mi crítica en general sea mala, he de decir que la película puede llegar a gustar a la mayoría de los que vayan a verla, pues está hecha para eso. A parte he de recalcar el cuidado con el que está rodada y esos pequeños detalles para todos los fans de la Tierra Media.
Solo me queda despedir para siempre a este mundo que tantos minutos de películas (y de lectura) nos ha dado.
Una curiosidad: Algunos cuidadores de animales contratados para el rodaje de las tres partes de El Hobbit han acusado al equipo de producción de no haberse preocupado por su estado y de provocar con ello la muerte de 27 animales. Esto produjo un boicot ecologista bastante importante.
Una frase con la que me quedo: «No tienes ningún poder aquí».
Lo mejor: Lo cuidado de cada plano y localización.
Lo peor: El amplio relleno que termina aburriendo.
Mi puntuación: 5/10
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¿Qué os ha parecido a vosotros?
Pues en lineas generales muy de acuerdo contigo, salvo en el tema de Tauriel, que a mi me sobra completamente, no por Evangeline Lilly, sino porque la trama en sí me sobra igual que la de Legolas. Hubiese preferido una adaptación mucho más fial.
ResponderEliminarBuen trabajo.
Lo de Tauriel ha sido más broma que otra cosa. Está claro que tanto su historia como la de Legolas sobran totalmente, pero me encanta esa actriz por lo que si hay que sacar algo bueno de la película, que sea su presencia.
EliminarGracias por comentar.