Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1964)



Vamos a probar esta vez a hablar directamente de lo bueno y lo malo de esta película. Siempre bajo mi punto de vista.








Lo bueno:
Es indudable que Stanley Kubrick es uno de los directores más importantes de la historia del cine, y bien merecido que lo tiene.

Ver el sello de autor en una película es algo que me gusta mucho, y con Kubrick eso pasa constantemente. En esta película saca a relucir buena parte de su arte, dejando imágenes muy bonitas e incluso referentes para el cine que le siguió. Dos ejemplos rápidos que me vienen a la cabeza son la primera aparición del Doctor Strangelove, del que toma el título la película y, siendo este uno de los más recordados incluso del director en sí, la escena del soldado cabalgando el misil mientras cae.


El despliegue de medios es impresionante. No sé de cuánto presupuesto dispondría Kubrick para hacer la película, pero creo que cada dólar está perfectamente invertido.
Supongo que se ahorrarían un dinero en reparto al tener a Peter Sellers como protagonista, ya que hace tres o cuatro papeles de los más importantes en la película, y todos los hace realmente bien, siendo este actor quien se lleva las mejores y más graciosas partes de esta peculiar comedia.



Pasemos ahora a comentar el aspecto negativo.


Lo malo:

Pero nadie es perfecto.
Tras haber visto, que yo recuerde, unas cinco películas dirigidas por Kubrick, he de decir que es la primera vez que me aburro. La primera mitad y cuarto es bastante lenta y no terminó de engancharme hasta que la acción está en pleno apogeo.

He de reconocer (aunque creo que ya lo he comentado más de una vez), que a mí el cine bélico se me hace bola, y con esta película me ha vuelto a pasar. No soy capaz de meterme en ningún momento, pues no me identifico en ningún momento con nada de lo que sucede.

Si no contamos a Peter Sellers, el resto del elenco está bastante sobreactuado y pasado un poco de rosca, queriendo ir a la comedia a la fuerza, y quedarse en dar un poco de grima. Dejamos a un lado el hecho de que no hay ningún personaje femenino protagonista, porque me lo vais a intentar argumentar con la época y paso de pelearme con nadie. Besis.

Uno de los errores más grandes es la banda sonora, que se compone de una misma canción que suena todo el rato una y otra vez, y que en España se popularizó por un anuncio de coches y se hizo tan viral que ahora es escucharla y tenerle asco. ("Los animales de dos en dos ua, ua").

Creo que el humor no es el fuerte del director, pues quitando dos o tres escenas, donde el gag es casi el mismo pero está muy bien ejecutado (llamada de teléfono), el resto de la película falla completamente a la hora de hacer reír, teniendo claramente el propósito de hacerlo en alguna ocasión, sin llegar a ser una comedia común.



Es curioso que habiendo sido capaz de verle muchas cualidades a la película, no haya sido suficiente para que me diera eso que nadie sabe qué es que hace que algo te diga cosas y te acabe gustando.

Una pena, pues iba con muchas ganas, ya que el resto de las pelis de Kubrick que he visto me han encantado.
Seguiré con su cine, pues quiero descubrirlo aún más y esta mala experiencia no me va a hacer desistir.


Aún y con todo, creo que es una película que, al ser un clásico, no está de más darle un visionado para ver todas esas cosas bonitas que puede llegar a tener.
Ah, y sale James Earl Jones, el Constantino Romero estadounidense.


Besis.

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