

Efthymis Filippou, Yorgos Lanthimos
Varios
Thimios Bakatakis
Coproducción Grecia-Irlanda-GB-Países Bajos-Francia; A Film4 / Irish Film Board / Eurimages / Netherlands Film Fund / Greek Film Center / British Film Institute / Element Pictures / Scarlet Films / Faliro House / Haut et Court / Lemming Film / Protagonist
Poco después de que Yorgos Lanthimos lograse el reconocimiento de
manera internacional por su película Canino, comenzó a
formarse la que muchos han llamado “nueva ola griega”,
caracterizada por hablar directamente de los devastadores efectos que
está provocando la crisis y de cómo el individuo se ve alienado por
una sociedad violenta e incomprensible. Títulos como L de
Babis Makridis o Boy Eating the Bird's Food de Ektoras Lygizos
pertenecerían a esta exigua corriente que ha tenido poca repercusión
y cuya única cabeza visible ha sido su fundador, el propio
Lanthimos. El cine del director griego resulta inconfundible, su
humor negro, las no-actuaciones y su gusto por el desconcierto más
absoluto están presentes en todas sus escenas dejando su sello
personal, algo que por supuesto también se deja notar en Langosta
pese a contar con un reparto internacional.
En una sociedad distópica en la que no está permitida la soltería,
David acaba de separarse de su mujer, por lo que es trasladado de
inmediato a una residencia en la que deberá encontrar pareja. Su
tiempo es limitado, puede conseguir días extras cazando a los
solteros que están tratando de escaparse, pero si se cumple el plazo
y no ha logrado emparejarse será convertido en un animal de su
elección. Que David se decida por una langosta como animal en el
que desea que lo transformen dice mucho de su personalidad, argumenta
que es porque tienen una vida larga y que son fértiles durante toda
ella, por lo que resulta tan superficial y obtuso como toda esa
sociedad que le oprime y de la que tan desconectado se siente.

El cine de Lanthimos guarda mucha relación con el del sueco Roy
Andersson, ambos esgrimen un humor marciano muy similar para hacer un
retrato de la sociedad anómica actual, una carente de emociones y
que les resulta del todo incomprensible. Mientras que el sueco se
centra en el retrato de la colectividad a través de diferentes
sketches rodados en plano general estático, el griego se acerca al
individuo y muestra su falta de relación con aquellos que le rodean
como una constante en su cine: la pareja de Canino mantiene a
sus hijos completamente aislados de la sociedad, hasta el punto de
que no han salido de su casa en toda su vida, y los miembros de la
organización de Alps carecen de vida propia y solo son
capaces de relacionarse realmente con los demás interpretando el
papel de personas muertas.
En Langosta la
sociedad se presenta como un entorno mucho más hostil que en sus
obras anteriores, ya que David está sometido a constantes
prohibiciones que no desea cumplir, no puede estar soltero cuando así
lo quiere ni emparejarse al conocer a la mujer miope, y estas
restricciones no son exclusivas del sistema sino que los antisistema
llegan a resultar incluso más estrictos. David es el único
personaje con nombre en toda la película, y prácticamente en toda
la filmografía de su director, lo que subraya aún más su soledad y
aislamiento, sin embargo no es el único que tiene dificultades para
entablar relaciones humanas, es fruto de una sociedad que lleva a
todos los individuos a ser personajes atomizados y prácticamente
antisociales. Es por esto que los solteros son obligados a
emparejarse, de otra forma no serían más que animales, y las parejas se
crean en base a los defectos que unen a sus integrantes.

El mensaje que trata de transmitir Lanthimos con Langosta no
resulta complejo ni se esconde de manera críptica, todo lo
contrario, se muestra con bastante claridad y en clave de comedia,
desplegando una visión cínica e hiriente y llena de mucho humor
negro. Aunque teniendo una visión de conjunto de toda su obra esta
no supone nada nuevo, su crítica social sigue resultando divertida e
igualmente contundente, no obstante su metraje resulta excesivo y le
sobra perfectamente media hora, ya que llegados a punto comienza a
repetirse y a alargarse de manera innecesaria.
Mi puntuación: 6/10
totalmente de acuerdo con la crítica. Me apunto Canino y me has suscitado mucho interés por Roy Andersson!!!
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