John Carpenter, Debra Hill
John Carpenter
Dean Cundey
Compass International Pictures / Falcon International Productions
Curtis interpreta el papel por el que será recordada toda su vida y, según tengo entendido, seguirá haciéndolo en las secuelas de la saga. Poco se puede destacar de su interpretación, —o de ninguna interpretación de la película—, pues el personaje es bastante plano, y se limita a poner cara de sospecha cuando nota la presencia del asesino stalkeandola desde fuera de las distintas ventanas a las que mira durante toda la mayor parte de la película.
En la parte final, nuestra protagonista tendrá un poco más de espacio para actuar, cosa que aprovecha bastante bien, dejándonos notar a la perfección el miedo y angustia que una persona perseguida por un asesino debe sentir.
Una vez más, nuestra analista feminista, Cristina, nos recalca que esta película vuelve a pasar el test de Bechdel. Parece que en el género de terror, la presencia femenina con papeles importantes es mucho mayor que en el resto. Al menos tenemos un refugio feminista, aunque sea para que las pobres acaben siendo acuchilladas por un demente que mata solo porque está loco...
No puedo dejar de comentar la banda sonora, que ejerce un papel fundamental en el tono de la película, pues es la melodía que se repite en varios momentos la que nos hace entrar de lleno en la tensión de la película. Sin esta banda sonora, la cinta puede no dar miedo en absoluto. Un gran trabajo del propio Carpenter.
Las técnicas usadas por el director son excepcionales, los juegos de cámara son tan geniales que no es de extrañar que a partir de aquí, todas las películas de terror hayan intentado emularlos. La esencia de esta película recae en los planos en los que primero vemos a Myers, y cuando la protagonista deja de mirar, ya no está allí, dejándote en la incertidumbre de dónde se ha metido. Esto crea una tensión que te hace creer que va a aparecer en cualquier momento.
Pero una vez más, la película me sorprende y los sustos no se basan en estos cambios de cámara, sino que cada vez que aparece nuestro asesino, el ritmo se apacigua mucho, dejando un poco de lado esa tensión de los momentos previos a cualquier matanza. Esto crea una sensación de que ya todo está perdido, no tienes escapatoria, vas a morir.
Si le concedemos que el ritmo de la parte central sea demasiado lento y pueda dar la sensación de que no está pasando nada, la película te deja con un gran sabor de boca, y sienta muy bien las bases de lo que vendrá a partir de ahí. Tengo muchas ganas de ver el resto de la saga, que comentaré aquí en breve.
Es de los mejores slashers!! Cuando me di el maratón hace un par de años me encantó. La saga empieza a perder a paritr de la cuarta. Aunque he de reconocer que las de los 90s son gustos culposos jajaja <3
ResponderEliminarTengo que verme el resto de la saga. Esta me sorprendió gratamente, y eso que pensaba que era distinta...
EliminarGracias por comentarrrrr!!!!