¡¡¡CUIDADO: ESTE ANÁLISIS CONTIENE SPOILERS!!! Si has visto Mulholland Drive, adelante, puedes seguir leyendo. Si no lo has hecho: ¿a qué estás esperando? ¡Corre a ver la mejor película del siglo XXI!
Estamos ante una película trasgresora y diferente en todos los sentidos. Yo me voy a centrar en los rasgos que hacen de ella una película muy feminista e inclusiva. Para empezar, Mulholland Drive pasa de lleno el test de Bechdel ya que está protagonizada por dos mujeres. Como supongo que todo el que esté leyendo esto ha visto la película, voy a hablar de forma separada de las dos partes que dividen el largometraje: la primera parte (la visión idealizada y onírica de Diane) y la segunda parte (la historia real).
En la primera parte encontramos a dos mujeres protagonistas que intentan resolver un misterio. Toda su conversación gira en torno al misterio y si algún otro personaje interviene en la trama, es siempre una mujer. En ningún momento se habla sobre hombres y éstos son bastante irrelevantes para la trama. La siguiente parte no es tan ideal, precisamente porque un hombre se entromete en su relación perfecta y la rompe. En este momento del film tienen lugar menos conversaciones entre mujeres, pero no deja de pasar el test.
Lo más genial de la parte onírica es la sororidad entre mujeres. Todos los personajes femeninos parecen querer ayudarse entre ellos sin esperar nada a cambio. Además, la historia de amor lésbica no es nada estereotipada pues surge de una forma totalmente natural y muy dulce, a partir de una relación de amistad muy sincera. En la segunda parte, como ya sabemos, mucho más cruda, no solo no hay sororidad ni comprensión sino que los celos corrompen al personaje de Diane hasta llegar a límites insospechados. En mi opinión, es importante el hecho de que Camilla le deje por un hombre porque rompe totalmente con la ilusión lésbica preciosa que tiene lugar en su imaginación.
Digamos que se trata de una vuelta drástica al mundo patriarcal en el que las mujeres no pueden amarse libremente sin prejuicios y deben ocultarse. Además, para triunfar en el mundo laboral, más concretamente en el del cine según se refleja en la película, una mujer debe recurrir a la humillación de seducir a una persona influyente para poder escalar puestos y llegar a ser una gran estrella. En conclusión, tenemos una fantástica crítica al mundo patriarcal que oprime a la mujer, más concretamente a la mujer no heterosexual (no sabría decir si son lesbianas o bisexuales) y una visión idealizada de cómo triunfaría el amor si no fuera por las limitaciones laborales que el mundo le pone a la mujer.
Si os ha gustado el análisis de Cristina Fernández, podéis leer su blog personal Celiaca primeriza, pinchando aquí.
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