El hijo de Saúl (2015)



Título original
Saul fia (Son of Saul)
Año
Duración
107 min.
País
Hungría Hungría
Director
Guión
László Nemes, Clara Royer
Música
László Melis
Fotografía
Mátyás Erdély
Reparto
Productora
Laokoon Filmgroup
Género
Drama | HolocaustoII Guerra MundialDrama carcelario



El holocuento Holocausto es un tema tan tratado en el cine, que cuando me dispongo a ver una película que trate esta historia voy con la predisposición de tragarme algo que ya he visto antes, algo que no me va a sorprender.
Qué sorpresa me lleve con El hijo de Saúl. László Nemes, director de la película, consigue lo que muchos han tratado desde hace un tiempo: contar algo nuevo de esta oscura etapa de la historia.


El hijo de Saúl nos cuenta un día en la vida de Saúl, un "Sonderkommando", y cómo este trata de dar un entierro digno y religioso al que él llama "su hijo". 
Como primer punto original tenemos la figura del "Sonderkommando". Los "Sonderkommando" eran prisioneros que los nazis seleccionaban para que les ayudasen con la limpieza de los cadáveres de las cámaras de gas y los crematorios, entre otras cosas. Un trabajo horrible.



Con este nuevo punto de vista, el director, László Nemes, nos sumerge en una historia que no nos habían contado antes, al menos no con esta repercusión. Y cuando digo "nos sumerge" lo digo con todas las letras. La forma en la que está dirigida la película hace que parezca que somos un prisionero más. 
Con el formato de vídeo 4:3, el director pretende que sintamos ese agobio, esa prisión interna que estos "Sonderkommando" debieron sentir. Y en especial Saúl, protagonista de la historia, interpretado por el debutante Géza Röhrig.
En él se centra esta historia casi por completo, y es de él (de su hombro, torso y rostro) de donde nacen las imágenes y escenas que nos van mostrando a lo largo de los 107 minutos de película. Otro acierto del director, que hace que la película sea aún mucho más inmersiva. 



Con este recurso el director consigue mostrarnos solo que quiere mostrar, y deja de lado esas películas pasadas de rosca que juegan con el morbo para vender. En El hijo de Saul no hay más morbo que el necesario para una historia de este calibre.
El ritmo de la película es muy intenso, seguramente gracias a que consiste en una sucesión de planos secuencia muy bien llevados por parte del director y, sobre todo, del actor protagonista, aunque en el último tramo este ritmo empieza a flojear debido a la repetición de los sucesos. Porque nunca hay que olvidar que estamos ante otra historia del Holocausto judío y que ya somos semi-expertos en el tema.
Los personajes secundarios que acompañan a nuestro protagonista están muy por debajo de la calidad global de la película, pues están faltos de carisma y parecen no tener un objetivo claro, están muy pobremente construidos. Esto puede haber sido un recurso para ensalzar la figura de Saúl y dar más significado a su aventura, para que resalte por encima de cualquiera de las otras historias que podrían sucederse a la vez en un campo de concentración.


No pretendo hacer el spoiler así que solo comentaré que la película nos deja un desenlace más o menos abierto a nuestra imaginación y para que nos haga pensar y reflexionar, algo bastante típico en las películas que tratan el tema. Todo el que quiera puede comentar sus observaciones sobre el final en la caja de comentarios.
Sin más decir que estamos ante una película que, a priori, parecía que no iba a aportar nada nuevo y que, sin embargo, sorprende por muchos motivos y te deja un gran sabor de boca.

Valoración: FUKA

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