Mi gran noche (2015)






Título original
Mi gran noche
Año
Duración
100 min.
País
España España
Director
Guión
Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría
Música
Joan Valent
Fotografía
Ángel Amorós
Reparto
,,,,
Productora
Enrique Cerezo P.C. / Telefónica Studios / TVE / Canal Plus
Género
Comedia | Comedia negraTelevisión




Antes de la esperada El Bar, que se estrenará en breve, Alex de la Iglesia nos trajo esta película que a priori puede parecer poco ambiciosa pero que tiene mucho donde rascar, aunque haya que rascar con una uña de guitarrista de flamenco retirao.


Mi gran noche nos sitúa en la grabación del típico programa de Nochevieja que nadie ve pero que todos tenemos de fondo mientras nos ponemos a cantar canciones que les gustan a nuestros abuelos, tras haber ingerido una dosis considerable de alcohol. Como en toda película de este director, la situación empezará a irse de madre en cuento empiezan a aparecer los personajes que intentarán llevar a buen puerto (o no), el rodaje del show.


Porque, y esta vez más que nunca, de la Iglesia nos trae una película de personajes y no de trama, una película a la que le debes permitir que cada vez sea más loca e inverosímil. Porque ahí erradica el cine de Alex de la Iglesia: la locura de sus tramas y resoluciones.
Y, al ser una película de personajes, sería muy difícil comentar todos y cada uno, (porque hay un puñao), así que me centraré en los que más destacan, pues muchos de ellos sobran una mijita.

Mario Casas se mete en la piel de Adanne, una parodia de cantante pop oteado que mezcla lo mejor de varios poperos del panorama musical español, teniendo a David Bisbal como referencia visual principal. Al actor se le ve cómodo en la comedia, y esa intensidad contenida que muestra en muchos de sus papeles dramáticos le viene que ni pintado para esta especie de bonachón tontorrón que lo único que quiere es cantar para tener contento a sus fans... y alguna que otra cosita más, el muy guarrón. Su trama, como sucede con casi todas, tiene cero relevancia y además nos muestra lo más rancio del director, con una idea un poco anticuada y muy machista.



Como gran reclamo tenemos al pedazo de artista Raphael, (el mayor artista que ha dado España), en la piel de Alphonso, que no es más que una parodia exagerada de él mismo, aunque con unos tintes de Darth Vader que se alejan totalmente de la figura del cantante real. Gracias a esto, sus escenas están repletas de referencias a Star Wars, algo muy curioso porque la película no tiene ninguna relación con la saga, aunque todos sabemos lo friki que es el director. Raphael hace un papel muy divertido con la ayuda de Carlos Areces, que interpreta a su representante e hijo putativo(?). Una muy buena elección la de poner a estos dos actores juntos, pues funcionan muy bien. La trama de Alphonso es la única con algo de relevancia, y es la que le da sentido al título de la cinta, con varios giros bastante sorprendentes a la vez que alocados.



Pero los personajes que más me han gustado han sido los presentadores de este programa de Nochevieja: Hugo Silva y Carolina Bang.
Hugo Silva, al que le tengo especial cariño desde su personaje en El Ministerio del Tiempo, cada vez me parece mejor actor, y también se le ve cómodo en la comedia. Al igual que Mario Casas, repite con el director tras Las brujas de Zugarramurdi. Carolina Bang, interpreta a la perfección a esa presentadora mala que nos recuerda a tantas que podría nombrar pero que no haré porque este blog podría llegar a ellas y perdería lectores. Emma García.



Los personajes de Enrique Villén, Santiago Segura, Pepón Nieto y, especialmente, Carmen Machí, son lo que más sobra de la película, que abusa demasiado de los nombres. La trama de Nieto, que involucra a Blanca Suarez, deja bastante que desear para una película de este director.



En cuento a la dirección, la película arriesga en varias escenas, pero se vuelve muy comercial e incluso aburrida en otras. Si a esto le sumamos ese muy mejorable final nada delaiglesiano (va por ti, él sabe quién es), el resultado es muy descafeinado, lo que yo llamo "yogurt blanco".



Pese a todo esto, disfruté y me reí mucho viendo la película, como hago siempre con Alex de la Iglesia, y sigo expectante a ver qué nos trae en su nuevo proyecto, El Bar.

«¿Qué pasará? ¿Qué misterio habrá?... ¡Puede ser MI GRAN NOCHE!»


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