Fahrenheit 451 (1966)




Título original
Fahrenheit 451
Año
Duración
108 min.
País
Reino Unido Reino Unido
Dirección
Guion
François Truffaut, Jean-Louis Richard (Novela: Ray Bradbury)
Música
Bernard Herrmann
Fotografía
Nicolas Roeg
Reparto
, , , , , ,, , , 
Productora
Anglo Enterprises / Vineyard Film
Género
Ciencia ficción | LiteraturaSátiraDistopíaBomberos





                 «Tiene que haber algo en los libros, cosas que no podemos imaginar para hacer que una mujer permanezca en una casa que arde. Ahí tiene que haber algo. Uno no se sacrifica por nada».


Cuando uno se pone a reseñar este tipo de películas debe ser cuidadoso. ¿Qué puedo decir yo sobre Truffaut? Primero, he de reconocer que es la primera película que veo de este mítico director francés, shame on me. El motivo del visionado ha sido la creación de un cine forum en mi universidad, la Universidad de Cádiz, sobre el cine distópico. Dado mi poco conocimiento sobre el tema y este director en concreto, intentaré transcribir no solo mis opiniones sobre la cinta, sino también algunos de los comentarios que se dijeron en la mesa redonda que hicimos tras el visionado de la misma.



Fahrenheit 451 nos traslada a una sociedad distópica donde los libros están totalmente prohibidos. Tanto es así que existe una unidad de bomberos que se dedica a prender fuego a cualquier libro que encuentren. Estos solo prenden a 451 grados fahrenheit. Uno de estos bomberos se interesará por el contenido de algunos de estos libros prohibidos, lo que le traerá muchos problemas.



Uno de los detalles más curiosos de la producción de la película es su propia concepción. Truffaut conoció a Bradbury, autor de la novela en la que se basa la película, en casa de un amigo en común. Este le habló sobre dicha novela y Truffaut, amante de la literatura, quedó fascinado por su historia. Tanto es así que unos meses después tenía comprados los derechos para su adaptación a la gran pantalla. Lo que Truffaut no imaginaba eran todos los problemas que le iba a suponer la película. Entre presupuesto, banda sonora, actores enfadados, sus diferencias con el estudio, etc., Truffaut acabó odiando la cinta, tanto que él mismo la considera su peor película. Lo curioso es que a Ray Bradbury le encantó, a pesar de los cambios que el director había introducido en la película, ya que mantenía el espíritu de la novela.


Este es un caso excepcional, pues normalmente suele ser al revés, y los escritores echan pestes sobre las adaptaciones de las distintas obras.
Algo que dió problemas, pero que a mí me parece un acierto, fue la elección de Julie Christie para interpretar los dos roles femeninos protagonistas. Esto dio lugar a que el actor que iba a interpretar el papel principal decidiera marcharse, pues se vio eclipsado por la actriz.




Y no es de extrañar pues Julie Christie está excepcional en ambos papeles, tan distintos que te hacen olvidar que se trata de la misma actriz. Aunque esto fuera decisión del productor, a Truffaut le encantó la idea, pues es conocido su afán por la experimentación en el cine.



Y esto es algo de lo que esta película está escasa: la experimentación tan particular de la Nouvelle vague. Podemos ver retazos de esta corriente, como ciertas escenas filmadas al revés o algún súper enfoque muy extraño, pero, en el fondo, estamos ante la película más conservadora del director, y la que menos refleja su estilo. Este es otro de los motivos por los que él mismo odió su creación.



La huida del primer actor hizo que Oskar Werner tomará el relevo, y creo que tuvieron mucha suerte. Werner realiza uno de los papeles de su vida, y encaja a la perfección con el personaje creado por Bradbury. Sus dudas y su ambigüedad hacen que este personaje cobre gran carisma, dotándolo de características muy poco comunes en la época.




A pesar de que estemos ante una película futurista rodada en los sesenta, y que los efectos son muy muy cutres, el sentimiento que te deja al acabar es muy bueno. Las escenas finales donde culmina la trama son tan bonitas que te hacen olvidar cualquier rastro de duda sobre su grandeza.



En definitiva, estamos ante una de las películas de culto que más tocarán la fibra sensible a los amantes de la literatura, como yo, aunque quizás no llegue tanto a los conocedores de Truffaut.



Mi puntuación: 8/10

0 comentarios:

Publicar un comentario

Comenta con total libertad. Yo te responderé de igual manera.