Danny Trejo, el gran Machete, hace un papel en el que no tiene que interpretar. Se limita a decir frases simples con cara de tipo duro. Según recordaba, en la primera parte de la saga, este personaje tenía un poco más de carisma, aunque no se pueda decir que destacase por ello. En esta ocasión, ese papel de tipo duro está llevado a tal extremo, que ya no convence como antes.
El otro gran protagonista de la cinta es Demián Bichir, que interpreta a un narcotraficante con trastorno de personalidad múltiple. Esta característica hace que su personaje sea el más trabajado, y es el actor que, para mí, más destaca.
Michelle Rodríguez vuelve a su papel de Shé, la revolucionaria mexicana con un ojo. Tengo un cariño especial a esta actriz por ser parte de la serie LOST. Aunque también tengo un odio especial a esta actriz por las cosas que hace en esta serie. En la película hace el papel que suele hacer en cada película, exceptuando quizás la saga A Todo Gas, la mujer de armas tomar.
La película está plagada de cameos, algunos con más intensidad que otros. Algunos con más sentido que otros.
Entre estos cameos destaca la aparición de Charlie Sheen interpretando al presidente de los Estados Unidos, al que introducen como Carlos Estévez, su nombre de nacimiento. Y no destaca por su actuación, sino por ser el que más minutos tiene.
La sucesión de rostros conocidos y no tan conocidos da pie a algunas situaciones muy cómicas. Este formato de hacer reír mediante caras conocidas, parece copiado de la saga Torrente, especialista en estos términos.
Sofia Vergara, conocida por su papel en la serie Modern Family, protagoniza uno de esos cameos de los que después recordarás debido a su característico armamento.
El personaje que da pie a más cameos es el Camaleón, un asesino capaz de mudar la piel y convertirse en otra persona. Así, pasa de ser Cuba Gooding Jr., a Antonio Banderas, pasando por Lady Gaga.
Lady Gaga fue nominada al Razzie como peor actriz secundaria. Y no me extraña.
Como villano por excelencia tenemos a Mel Gibson, que, aunque no hace el papel de su vida, si que interpreta bastante bien a ese malo característico de esas películas de acción ochentera con las que tantos disfrutamos. Gracias a este personaje, la trama toma unas riendas que pueden llegar a sorprender altamente, pues introduce elementos de ciencia ficción, y encamina la saga para la soñada tercera entrega.
En cuanto a la dirección, Robert Rodriguez, intenta repetir la fórmula de la primera entrega, usando elementos del cine de los ya nombrados ochenta, incluso finales de los setenta. El momento culmen de este formato se da cuando nos indican que nos pongamos nuestras gafas 3D.
En resumen, si quieres pasar un rato divertido viendo una película de acción a la que no le debes pedir lógica sino risas, esta película cumple su cometido a la perfección. Aunque está difícil debido a su fracaso en taquilla, yo imploro una tercera entrega de este tipo duro pero con cabeza. Pues como él nos indica: Machete no fuma.
Una curiosidad: El personaje de Sofia Vergara usa un arma en sus pantalones que ya fue usada por el personaje Máquina en la película Abierto hasta el Amanecer dirigida por Robert Rodriguez.
Una frase con la que me quedo: "La venganza nunca muere, solo cambia de objetivo."
Mi puntuación: 6/10
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